A cuantas personas no les ha pasado que a la hora de tomarse
un helado, o tomarse un café demasiado caliente ha sufrido un dolor agudo en
sus dientes? .Pues estamos seguros que la mayoría ha pasado o pasa por esto
diariamente.
Estamos hablando de uno de los problemas mas comunes, la
conocida sensibilidad o hipersensibilidad dental, la cual consiste en el
surgimiento de dolor, producto de la exposición de la dentina a diferentes
factores, como por ejemplo químicos, táctiles o térmicos, a estos últimos daremos
un mayor énfasis.
Esta patología puede provocarse por diversos factores como son
los tallados de muñones o cavidades, debido al corte y exposición de túbulos
dentinarios sin tiempo de que tenga lugar la formación de neodentina ante la
agresión; tratamientos periodontales como raspado, alisado o cirugía que dejan
la dentina al descubierto por eliminación de cemento; abrasiones mecánicas por
bruxismo, cepillado incorrecto o retenedores protésicos; erosiones químicas por
ácidos; caries de corona o radicular; trauma oclusal y traumatismos, entre
otros.
Así como hay muchas causas, también podemos apreciar una
variada gama de soluciones. Como lo son las publicitadas pastas dentales o
diferentes productos capaces de extinguir este dolor, también están los tratamientos
a nivel de clínica, en casos más extremos.
Todos estos procedimientos actúan bajo el mismo patrón,
sellar los túbulos de la dentina que se comunican con el nervio, para así
aliviar el dolor.
Pero la pregunta es la siguiente ¿como saber con que
producto podemos obtener un mejor resultado?, sabiendo que a pesar de que se
sellen los tubulos, muchos materiales tienen la capacidad de conducir el calor, lo que al final solo se expresara en
una disminución del dolor y no en la eliminación completa de este.
Podemos determinar una respuesta a través de la termodinámica, la que explica que la
conductividad térmica depende de varios factores como el área de sección
transversal del material, su espesor, y la naturaleza propia del compuesto o
elemento utilizado.
Por ejemplo un elemento muy utilizado o quizás el mas
utilizado es el fluor, que posee una conductividad térmica muy pobre, un 0.0279
W/m °C, lo que nos habla de un gran aislante, que es al final lo que se busca.
Otro compuesto que también se utiliza mucho son las resinas
o composites que están formadas entre un 70 y 80 % de material inorgánico, lo
que les da una muy poca capacidad para transmitir el calor, haciéndolos
perfectos. Dejando en el pasado las amalgamas, que poseen elementos con una alta conductividad calórica como por
ejemplo la plata 427 W/m °C.
Quizas a la hora de solucionar este problema tan común en
nuestra sociedad, hay que ver diferentes aspectos, pero según nosotros esta es
una arista sumamente importante que se debe tener presente, a la hora de buscar
un producto “perfecto”.
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